¿Quién eres? Ya no eres la de antes,
Que con una daga maldita me atravesaste el alma
Mataste el amor mío a la que eras,
O a la que nunca fuiste.
–
¿Quién eres? Que me hieres de muerte;
Agonía, que sangro desde el alma
Y sudo la rabia de la impotencia.
¿En dónde estaba el cariño?
–
El cariño que escupías de tu boca,
Y de tus acciones venenosas;
Me enamoré de la ilusión más hermosa,
Y desperté en el infierno.
–
¿Quién eres ahora?
¿Qué serás mañana?
¿Qué soy yo para ti?
¿Qué eres ahora para mí?
–
Me sepultaste en la oscuridad
Con palabras malditas de esperanza
Y me ahogaste en el tiempo,
Sólo por el arrebato de morder la manzana del Edén.
–
Tu distancia y la mía;
El veneno y mi corazón muerto,
¿Quién lo diría?
Que la verdad me azotaría contra el suelo.
–
Ya no eres nada para mí,
Ya no estoy abierto;
Vete de mi vida, súcubo sempiterno;
Aún si te sigo amando con dolor…
–
Vete de mi existencia y pudre a otro perdedor,
Con tus sonrisas de almíbar,
Con el vuelo de un ángel caído…
Vete, aún si sangro de muerte.
–
¿Quién eres realmente? Sino una luna menguante,
Que deja caer los amores hacia la noche…
Y yo un iluso que siempre caminó desolado,
En medio de promesas malditas]
hacia la ilusión de una vida de tu mano.
-Escrito por Alejandro Viloria. Domingo, 03/05/2015.