Nacemos conectados por hilos que no se ven ni se palpan.
Estamos conectados a aquellos que nos aman, a aquellos que amamos.
A pesar de la distancia, sentimos extrañeza, y quizás tristeza
Porque el hilo se hizo largo y no vemos a aquellos desde donde estamos.
Los hilos se tensan o se halan cuando buscamos y encontramos.
Los hilos trazan el amor que sentimos.
Y nos recuerdan que, después de la muerte, hay algo más allá
Algo que nos susurra que los que amamos existen y nos miran con ternura.
Allá desde donde estén, allá desde donde nos siguen amando.
A pesar de que no los vemos, a pesar de que el tiempo pasa y borra algunos recuerdos.
Los hilos se siguen tensando para recordarnos que nos estamos solos.
Que siempre estaremos conectados.
Que existe la posibilidad del reencuentro, sea en este plano o en algún otro.
Somos seres amados, y amamos en reciprocidad.
No hay nada más hermoso que el amor que transciende en la eternidad.
-Escrito por Alejandro Viloria. Viernes, 19/04/2024. Dedicado a mi abuela Ana María París. D.E.P.